Han pasado unas cuantas semanas desde que llegué aquí a Montpellier para realizar un curso intensivo de francés y hasta ahora he pasado un tiempo genial conociendo la cultura del sur de Francia. Al estar viviendo en una familia he tenido la experiencia de hablar francés muchísimo, pero un día en el cual hacia muy buen tiempo en Montpellier me dije a mi mismo por qué no salir y dar una vuelta por la ciudad a la vez que estudiaba un poco de francés.
En Montpellier tu mejor aliado para aprender francés es el sol
Si como lo oís, la verdad es que el buen tiempo que a menudo acompaña esta ciudad durante la primavera invita a salir. El buen tiempo puede ser vuestro mejor aliado en Montpellier para aprender francés durante vuestra inmersión lingüística en Francia. Un día que no tenía demasiados planes decidí que estudiar francés dentro de casa era un crimen, haciendo tan buen tiempo en la calle. Pensado y hecho, porque me decidí a dar una vuelta por el agradable centro de Montpellier para, sentarme en algún café y estudiar tranquilamente en alguna terraza. Tras dar unas vueltas por el centro, llegué a la Rue Foch, en esta calle se encuentra el acueducto de Montpellier en uno de sus extremos, junto al palacio de justicia de Montpellier y es uno de los sitios más increíbles e impactantes de Montpellier, su estilo, recuerda a pequeña escala, a los Campos Eliseos de Paris. Justo detrás del arco del triunfo se encuentra el parque de Peyrou.
Tranquilidad e historia
La primera cosa que te llama la atención nada más entrar al Parque de Peyrou, son su vallas del siglo XVI, decoradas con antiguos escudos pintadas de color oro, que recuerdan a los antiguos palacios barrocos franceses. Nada más entrar me sorprendí la gran explanada que existía justo al lado del centro de la ciudad. En los laterales existen grandes arces, que proporcionan de sombra al parque y que rodean la explanada, estos arces son el lugar perfecto si te gusta echarte a la sombra de los arboles a estudiar francés. En el centro una estatua de bronce de Luis XIV centra las miradas del parque, esta estatua data de principios del siglo XVIII.
Entonces empecé a dar una vuelta alrededor del parque. En el césped había sentados muchos grupos de estudiantes que pasaban el rato tomando el sol, leyendo o algunos incluso cantaban y tocaban la guitarra, el ambiente del parque de Peyrou diría que es el mejor ejemplo del ambiente joven y divertido que se vive en la ciudad.
¿A quién no le gustaría estudiar francés en un sitio privilegiado?
Cuando llegué al final vi un pequeño templo, llamado Chateau de l’Eau que está situado en medio de una enorme fuente. Es muy recomendable darle la vuelta a las escalinatas que rodean este monumento. Desde aquí es posible ver el acueducto de Montpellier, pues justo termina donde está construido el pequeño templo, este último se construyó para conmemorar el acueducto de Montpellier. Desde este punto, probablemente podréis tomar las mejores fotos panorámicas de la ciudad durante vuestra en Montpellier, pues desde este punto elevado se divisa gran parte de la ciudad y alrededores.
Tras hacer este breve recorrido en el parque me senté en una de las zonas con césped del parque e hice mis deberes de francés para aquel día luego, leí un poco de Harry Potter en francés, este tipo de lecturas, con un vocabulario fácil os ayudarán muchísimo durante vuestra inmersión lingüística en Montpellier, además de ser un gran pasatiempo que puede motivaros en vuestros cursos de francés en Francia. Tras un rato agradable, cuando el sol se empezó a marchar decidí volver con mi familia de acogida en Montpellier.
En resumen si os gusta pasar rato al aire libre mientras hacéis tareas, como estudiar francés o leer un libro para aprender idiomas como en mí caso, el parque de Peyrou es un sitio perfecto al que ir cuando hace sol. Si estáis pensando en venir a Montpellier para realizar un curso de Frances en Verano, no lo dudéis y pasaos por el que es uno de los sitios más emblamaticos de Montpellier.