Soy un gran fan de descubrir la ciudad en la que habito y aprovechando mi estancia en Francia con motivo de realizar una inmersión lingüística en Montpellier, he tenido la oportunidad de ir a un montón de sitios después de las clases de francés en los que puedes pasar un rato agradable charlando con tus amigos de EasyFrench, además de probar la comida francesa y disfrutar de algunos sitios mágicos de la ciudad de Montpellier. Hay muchos cafés y cada uno tiene su propio estilo, los cuales seguramente visitaréis si estáis una temporada en la ciudad con motivo de aprender francés, alguna de las cosas que más os llamarán la atención será la decoración y ambiente de algunos bares en Montpellier.
Le Bouchon St. Roch es el sitio perfecto para ir a tomar algo después de tus clases de francés
Un día tras mis clases de francés en EasyFrench, nos reunimos un gran grupo de amigos y decidimos ir a algún bar para tomar algo y relajarnos después de nuestro curso de francés. Por casualidad acabamos yendo al restaurante Le Bouchon St. Roch. Este restaurante se encuentra a menos de 5 minutos de EasyFrench así que no tendréis problemas en ir, incluso si queréis relajaros un poco durante las clases. Le Bouchon St. Roch me dejó tan impresionado que al día siguiente le dije a mi amigo Marcel, que realizaba un curso intensivo de francés para preparar el examen DELF, que deberíamos repetir. Dicho y hecho, cuando el terminó sus clases intensivas de francés, nos dirigimos al ansiado bar.
El bar se encuentra en el 14 de la Rue du Plan d’Agde, en frente de la Iglesia de Saint Roch, muy recomendable la visita a esta iglesia que se encuentra en pleno centro de Montpellier. Las casas y la pequeña plaza que hay justo en frente del bar son maravillosas. El bar se encuentra en una esquina y puedes sentarte tanto fuera como dentro. A pesar de que Montpellier es una ciudad soleada y tenga un centro histórico precioso, lo más increíble del bar se encuentra en su interior.
Decoración típica francesa al estilo “vintage”
Tan pronto como entré por segunda vez, tuve la oportunidad de contemplar con más detenimiento lo que me había maravillado el primer día. El bar está lleno de antigüedades como cuadros, banderas francesas, antiguos posters de anuncios franceses del siglo XX e incluso hay una antigua bicicleta colgada en el techo cerca de una de las puertas de bar.
Nos sentamos en uno de los extremos del bar porque había la posibilidad de sentarse en un antiguo sofá “vintage” y yo no quería perder la oportunidad de hacerlo. Además desde ese sitio era posible contemplar la cantidad de curiosas antigüedades que posee el restaurante, existen desde antiguas botellas de vino hasta billetes de otros tiempos y países, incluso dentro del bar hay una antigua cabina de teléfonos típicamente francesa, que está junto a la barra del bar y que le da un aspecto al bar, aún más retro si es esto posible.
Los empleados son muy agradables, trata de hablar en francés con ellos
Nada más entrar el camero nos recibió y nos dejó elegir mesa dentro del restaurante con una sonrisa siempre en la boca. En el restaurante tienen un gran selección de comidas, de hecho es posible comer por tan solo 12 €. Aunque en esta ocasión Marcel y yo solo tomamos bebidas. Si queréis beber más barato tienen una tiempo de las 18-20h donde existe la “happy hour” durante la cual es posible beber cerveza a mejor tiempo. Eran cerca de las 4 de la tarde así que cuando fuimos yo me pedí un café frappé, es decir un café con hielos, fue uno de los mejores cafés helados que he probado nunca lo recomiendo y mi amigo Marcel tomó una cerveza de importación belga. Tienen una gran selección de cervezas y vinos que junto a la pintoresca decoración del bar hará que te sientas de una forma especial. Durante el tiempo que estuvimos tuvimos tiempo para repasar algo de francés para nuestro curso de francés en Montpellier.
El sitio por la tarde suele ser muy tranquilo y es perfecto para disfrutar de un ambiente relajado mientras tomas alguna bebida y estudias francés. Además tienes la oportunidad de mejorar tu francés y poner en práctica lo que has aprendido durante tus cursos de francés en Montpellier. En mi caso yo le pregunté acerca del nombre del bar, el camarero me explicó que un “bouchon” es un pequeño bar de estilo lyonés, y que el nombre de St. Roch está puesto en honor a este santo que es el patrón de la ciudad de Montpellier. Sinceramente me muero por volver, quizás después de realizar alguno de mis test de francés en Francia, no sé si para disfrutar contemplando la decoración del bar o para tomar alguna de sus bebidas en un entorno increíble o para realizar las dos cosas a partes iguales.
En general los días estoy más agotado tras mis cursos de francés en Montpellier, voy al café Le Bouchon St. Roch y disfruto de alguna bebida, a la vez que intento poner en práctica lo que he aprendido en clases de francés en EasyFrench hablando con el camero, o simplemente repasando tus apuntes que has tomado durante tus cursos de francés. Venir a este café es vuestra mejor opción si amáis lo “vintage” y escapar de la rutina a la vez que aprender francés.